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martes, 30 de octubre de 2012

SIN MÚSICA LA VIDA SERÍA UN ERROR: Entrevista con el artista sonoro Wilder Gonzales



TOCO EL TIMBRE DE LA CASA DE WILDER GONZALES. ABRE LA PUERTA Y SUBIMOS DE MANERA CASI AUTOMÁTICA AL SEGUNDO PISO. LLEVA UN POLO DE COLOR VERDE Y UNAS SANDALIAS GRISES. ESTÁ ALGO DESPEINADO Y SUDOROSO, DE ENTRECASA. "DISCULPA EL DESORDEN" ME DICE, CON UNA EXPRESIÓN ALGO AUSENTE Y CANSADA, MIENTRAS ME INVITA A PASAR A SU ESTUDIO. LIBROS, REVISTAS, FOTOGRAFÍAS, AFICHES, PAPELES Y COLORES POR DOQUIER DAN VIDA A UN PASADO PSICODÉLICO. HAY PLATOS Y BOTELLAS DE AGUA SOBRE UN GRAN ESCRITORIO, QUE SE VE DISMINUIDO ANTE LA GRAN GRAVEDAD DEL DESORDEN. AL FONDO, APOYADO A JUNTO A UNA PARED, LOGRO DIVISAR UN TECLADO ELÉTRICO Y UN PAR DE DIBUJOS QUE NO LOGRO DESCIFRAR. ME SIENTO FRENTE A ÉL, MIENTRAS ACOMODA UNOS ARCHIVOS PARA SU LICENCIATURA Y PONE MÚSICA A TODO VOLUMEN. SONRÍE Y MURMURA "HIPNOASCENSIÓN" HINCHANDO SU PECHO CON ORGULLO. SU CORPULENTO CUERPO SE MUEVE CON IMPACIENCIA EN UNA SILLA Y SU ROSTRO SE ILUMINA ABANDONANDO TODO RASTRO DE CANSANCIO. SIN EMBARGO, LUEGO DE UNOS MINUTOS DECIDE APAGAR EL ESTÉREO, CONSCIENTE DE LA NECESIDAD DE EVITAR CUALQUIER INTERFERENCIA.

POR FIORELLA GIRIBALDI
En UN VICIO ABSURDO AÑO 8 N°8 2012 - Revista de los Talleres de Poesía y Narrativa de la Universidad de Lima 


¿Qué significa para ti hacer música?

En el ámbito personal representaría todo, una constante en mi vida que puede incluir cosas aparentemente tan sencillas como soñar, ver el atardecer un día cualquiera o sentir el viento golpearme el rostro. Para mí eso es música. Es algo superior a cualquier sensación e incluso a la humanidad misma, ya que antes de que el ser humano estuviera como un ente consciente ya existían los sonidos. Representaría el acto de crear por el hecho de crear y no necesita ninguna justificación. Lo que yo hago es muchas veces llamado "música experimental"; sin embargo, el término correcto sería "metamúsica". La metamúsica es a la música lo que la metafísica a la física, va más allá de cualquier concepto.

¿Cuál es tu punto de vista en cuanto a la música actual?

La música desde el punto de vista "formal" y como un concepto ambiguo para mí esta caduca. La música como tal ha expirado. Es por esto que prefiero hablar de antimúsica, un género sonoro que, se podría decir, es de vanguardia.

Con relación a la "música" actual, ya sea pop, rock, metal o cualquier otro género, lamentablemente está sobrevalorada a causa del apoyo con el que cuenta por parte de las industrias discográficas.

¿Cómo surgió tu gusto por la música? ¿Hubo bandas que te inspiraron?

Mi gusto musical creo que surgió en la escuela. Yo pertenecía a un colegio religioso donde los alumnos estábamos acostumbrados a oír y cantar música espiritual. Cuando era niño, no solía pedir las cosas comunes para mi cumpleaños o Navidad. Mientras que mis amigos les pedían a sus padres un juguete, una patineta o una tabla, mi regalo perfecto iba desde un disco de mi banda favorita, que en esta época era The Cure, hasta algún instrumento o póster. Este gusto fue cultivado con el pasar de los años y creció bastante en la secundaria.

¿Y durante tu adolescencia, cómo es que este "gusto" fue creciendo?

Se podría decir que tuve una "revelación" a mis dieciséis años. Era el año 1989 (sic) y para esta época ya formaba parte de Hipnoascensión. Estaba en la azotea de la casa de uno de mis amigos escuchando música, cuando este puso una canción llamada Lord, can you hear me? de un grupo llamado Spacemen 3. Fue un momento inolvidable. Sentí que la canción estaba hecha para mí. Este grupo me cambió, le dio un giro de 360 grados (sic) a mi forma de ver la música y me atrevería a decir que es el mejor grupo que he escuchado en toda mi vida. Gracias a Spacemen 3 conocí oficialmente la música experimental y tomé la decisión de hacerla parte de mí y de entrar en el mundo posmodernista y vanguardista.

Cuando ingresé a la universidad fue como descubrir muchos mundos diferentes a nivel musical, cada uno fascinante por sí solo, especialmente porque ya tenía una personalidad musical definida gracias a esos dos grupos que marcaron mi niñez y adolescencia.

¿Tus padres no se opusieron, más aún tratándose de un género tan rodeado de prejuicios?

A decir verdad, sí. Mis padres, como la mayoría ha de suponer, al pertenecer a una generación pasada tienden a ser más tradicionales y conservadores. Ellos deseaban que siguiera una carrera más convencional: Medicina o Derecho, por ejemplo. Sin embargo, aunque se opusieron, finalmente terminaron aceptando que nada ni nadie podría cambiar mi forma de sentir el mundo. Mi consejo para los más jóvenes que sienten el ardor de seguir una carrera artística pero no se atreven, ya sea por miedo o presión familiar, es que sean sinceros y que tengan el coraje de aceptarlo para tomar una iniciativa al respecto. Sin embargo, si lo hacen por "una pose" o para conseguir la atención de la gente, les puedo advertir que se van a desencantar. El mundo artístico es solo para aquellos que sienten unas ganas colosales de expresarse, no para "poseros".

¿No te sentías un poco fuera de contexto en la universidad a causa de tus gustos musicales e ideas?

En cualquier lugar me hubiera sentido fuera de contexto, sin embargo, aunque no me interesaban demasiado los estudios ni el ambiente académico sucedió algo curioso. Por cosas del destino se juntó una generación de contemporáneos míos en la Universidad de Lima y sobre todo en la Facultad de Comunicación, que era precisamente a la que yo iba. La gran mayoría hacíamos o estábamos interesados en la música de avanzada. Fue una gran casualidad que yo estuviera ahí, donde conocí a dos grandes amigos y compañeros musicales: Wilmer Ruiz y Eduardo Brenner, con quienes compartí escenario y opiniones. Era algo novedoso y muy atractivo, por lo que no tardamos en captar seguidores.

Por este tipo de gente y de neomúsicos, surgió el fenómeno que ahora se conoce como Crisálida Sónica. Éramos gente joven con una fuerte iniciativa de crear y expresarse. Fuimos pioneros de nuestra época. No había tiempo para sentirme frustrado en aquel ambiente, pues, al contrario de lo que se puede esperar, la experiencia universitaria fortaleció mis lazos con la música y el arte vanguardista.

¿Hubo profesores que influyeron en ti a nivel musical durante tu paso por la universidad?

Más que a nivel musical, yo diría que en cuanto a lo que soy como persona. Había un profesor llamado Juan Abugattás, enseñaba filosofía. Los demás profesores tenían a mis ojos un conocimiento más anticuado con respecto a lo que yo propongo.

¿Hubo obras literarias que te hayan inspirado para escribir, investigar y ampliar tu mundo interno?

Mi gusto literario surgió con gran profundidad durante mi etapa universitaria gracias a los comentarios de mis amigos respecto a diferentes autores y filósofos. Fue así como conocí a Novalis, Holderlin y posteriormente a Nietzsche, quien se convirtió en uno de mis favoritos. También estuve en el taller de poesía de la universidad, que en esa época estaba a cargo del profesor Carlos López Degregori y me volví muy cercano a autores como Carlos Oquendo de Amat y Martín Adán. Por otro lado, en narrativa, uno de mis libros de cabecera hasta estos días es Los inocentes de Oswaldo Reynoso.

¿No sentiste deseos de que tu música llegara a todas partes?

Bueno, con respecto a eso, el mismo Nietzsche habla de "los demasiados". Esta música no está hecha para todo el mundo, para quienes están acostumbrados a que los medios de comunicación apoyen cosas más banales. Un ejemplo es el caso del canal 4 con esta serie llamada Al fondo hay sitio, o los partidos de fútbol y los equipos, Alianza, la U, el Perú contra no sé quién, en vez de estar pensando en música o en poesía, en temas más espirituales y más profundos. Lamentablemente, así está diseñada la sociedad ahora con los medios masivos y la industria cultural actual. Si yo le hablara a alguien acerca de música experimental, lo más probable es que no sepa de lo que estoy hablando. Incluso en el mismo conservatorio, muy pocas personas están enteradas al respecto. Pero esto no sucede solo aquí en el Perú, sino también en la gran mayoría de países.

La realización de música experimental en Lima siempre ha estado sectorizada en el Centro de Lima, especialmente. ¿Te parece que en este contexto podrían converger?

En realidad, sí. Convergen, pero de una manera superficial. Porque en los conciertos en Barranco, por ejemplo, hay ocasiones en las que coincidimos. Incluso, yo he hecho discos con gente de Breña y de Surco. Sí hay una interacción, pero eso no se publicita mucho; quizás porque no hay muchos centros culturales como debería. Existe "La Casa Ida", en el Centro de Lima, a media cuadra de la Plaza San Martín, donde se hacen eventos desde el 2006 o 2007 y ahí se junta bastante gente de todos lados. Quizás por eso parece que hay una sectorización.

Durante esta época, la música no contaba con mucha acogida ni apoyo monetario, más aún si se trataba de un género insurgente como el experimental. ¿Crees que esto haya mejorado?

Totalmente. Ahora hay instituciones como Telefónica y El Centro Cultural de España que apoyan a los distintos géneros y artistas jóvenes. En los años noventa no había este apoyo y los conciertos que hacíamos salían de nuestros bolsillos.

¿Que piensas del reciente nombramiento de Gianmarco como artista del año?

¿En dónde ha salido artista del año ese bufón? ¿Nombrado por quién, por la UPC?

En el premio "Luces" otorgado por el diario El Comercio.

No estaba enterado, sin embargo no me sorprende mucho que a ese payaso le den bola o lo consideren. Mientras que a escritores con gran trayectoria, como Oswaldo Reynoso, los tengan en el olvido.

¿Qué piensas acerca del prejuicio que existe con respecto a las drogas y la música psicodélica?

La gente tiene la costumbre de estereotipar a los artistas por el hecho de ser artistas. Si bien hay muchas drogas psicotrópicas de por medio en el ambiente, yo te podría dar ejemplos de políticos o empresarios que son más o tan drogadictos que cualquier rockero o músico psicodélico. Hay de todo, en la música psicodélica hay quien no prueba nada de nada y que con la música puede llegar a un nivel de conciencia. Considero que las drogas no son necesarias para hacer música experimental. Es elección de cada uno.

NOTA: Hay algunos datos inexactos como cuando se dice que escuché Spacemen 3 cuando estaba en Hipnoascensión en 1989. En realidad lo que dije fue que escuché esa canción en 1993 y provenía de un disco, el "Playing With Fire", de 1989. Pero por lo demás la entrevista está buenísima y la esencia se mantiene incólume. Enjoy! ;)

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barbarismos

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El Comité empezó a ser acosado por la policía. Hipólito Salazar, que había fundado la Federación Indígena Obrera Regional Peruana, fue deportado. Urviola enfermó de tuberculosis y falleció el 27 de enero de 1925. Cuando enterraron a Urviola varios dirigentes de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo no pudieron asistir a su velatorio en el local de la Federación de Choferes, en la calle Sandia. El sepelio fue multitudinario. Los ejércitos particulares de los hacendados se dedicaron a quemar las escuelas que el Comité había abierto en diversos puntos del interior del Perú y persiguieron también a sus alumnos y profesores. Antes de la sublevación de Huancané de 1923, fusilaron a tres campesinos de Wilakunka solo porque asistían a una de estas escuelas. El año siguiente, durante una inspección que realizó a las comunidades de Huancané, el Obispo de Puno, Monseñor Cossío, constató la acción vandálica de los terratenientes que habían incendiado más de sesenta locales escolares. No contentos con quemar las escuelas que organizaba el Comité y asesinar a sus profesores o alumnos, los gamonales presionaron a las autoridades locales para que apresen a los delegados indígenas y repriman a los campesinos que los apoyaban. Entre 1921 y 1922, diversos prefectos y subprefectos perpetraron crímenes y atropellos. Hubo casos donde fueron los mismos gamonales los que se encargaron de asesinar a los delegados de la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo. Domingo Huarca, delegado de los comuneros de Tocroyoc, departamento del Cusco, quien había estado en Lima tramitando memoriales, fue brutalmente asesinado. Los gamonales primero lo maltrataron, después le sacaron los ojos y finalmente lo colgaron de la torre de una iglesia. Vicente Tinta Ccoa, del subcomité de Macusani, en Puno, que fue asesinado por los gamonales del lugar. En agosto de 1927, la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo dejó de funcionar luego que, mediante una resolución suprema, el gobierno de Leguía prohibió su funcionamiento en todo el país. Gran parte de la promoción de líderes indígenas que se forjó con la Pro-Derecho Indígena Tahuantinsuyo engrosó los nuevos movimientos sociales que iban a desembocar en la formación del Partido Comunista y el Partido Aprista. Fueron los casos de Ezequiel Urviola, Hipólito Salazar y Eduardo Quispe y Quispe, que fueron atraídos por la prédica socialista de José Carlos Mariátegui; o de Juan Hipólito Pévez y Demetrio Sandoval, que se acercaron a Víctor Raúl Haya de la Torre y el Partido Aprista. En 1931, después del derrocamiento de Leguía y la muerte de Mariátegui, el Partido Socialista, convertido en Partido Comunista, lanzó la candidatura del indígena Eduardo Quispe y Quispe a la Presidencia de la República. HÉCTOR BÉJAR.

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realismo capitalista peruano, ¡ja, ja!

rojo 2

es más fácil imaginarse el fin del mundo que el fin del capitalismo

En tercer lugar, un dato: una generación entera nació después de la caída del Muro de Berlín. En las décadas de 1960 y 1970, el capitalismo enfrentaba el problema de cómo contener y absorber las energías externas. El problema que posee ahora es exactamente el opuesto: habiendo incorporado cualquier cosa externa de manera en extremo exitosa, ¿puede todavía funcionar sin algo ajeno que colonizar y de lo que apropiarse? Para la mayor parte de quienes tienen menos de veinte años en Europa o los Estados Unidos, la inexistencia de alternativas al capitalismo ya ni siquiera es un problema. El capitalismo ocupa sin fisuras el horizonte de lo pensable. Jameson acostumbraba a detallar con horror la forma en que el capitalismo penetraba en cada poro del inconsciente; en la actualidad, el hecho de que el capitalismo haya colonizado la vida onírica de la población se da por sentado con tanta fuerza que ni merece comentario. Sería peligroso y poco conducente, sin embargo, imaginar el pasado inmediato como un estado edénico rico en potencial político, y por lo mismo resulta necesario recordar el rol que desempeñó la mercantilización en la producción de cultura a lo largo del siglo XX. El viejo duelo entre el détournement y la recuperación, entre la subversión y la captura, parece haberse agotado. Ahora estamos frente a otro proceso que ya no tiene que ver con la incorporación de materiales que previamente parecían tener potencial subversivo, sino con su precorporación, a través del modelado preventivo de los deseos, las aspiraciones y las esperanzas por parte de la cultura capitalista. Solo hay que observar el establecimiento de zonas culturales «alternativas» o «independientes» que repiten interminablemente los más viejos gestos de rebelión y confrontación con el entusiasmo de una primera vez. «Alternativo», «independiente» yotros conceptos similares no designan nada externo a la cultura mainstream; más bien, se trata de estilos, y de hecho de estilos dominantes, al interior del mainstream.
Nadie encarnó y lidió con este punto muerto como Kurt Cobain y Nirvana. En su lasitud espantosa y su furia sin objeto, Cobain parecía dar voz a la depresión colectiva de la generación que había llegado después del fin de la historia, cuyos movimientos ya estaban todos anticipados, rastreados, vendidos y comprados de antemano. Cobain sabía que él no era nada más que una pieza adicional en el espectáculo, que nada le va mejor a MTV que una protesta contra MTV, que su impulso era un cliché previamente guionado y que darse cuenta de todo esto incluso era un cliché. El impasse que lo dejó paralizado es precisamente el que había descripto Jameson: como ocurre con la cultura posmoderna en general, Cobain se encontró con que «los productores de la cultura solo pueden dirigirse ya al pasado: la imitación de estilos muertos, el discurso a través de las máscaras y las voces almacenadas en el museo imaginario de una cultura que es hoy global». En estas condiciones incluso el éxito es una forma del fracaso desde el momento en que tener éxito solo significa convertirse en la nueva presa que el sistema quiere devorar. Pero la angustia fuertemente existencial de Nirvana y Cobain, sin embargo, corresponde a un momento anterior al nuestro y lo que vino después de ellos no fue otra cosa que un rock pastiche que, ya libre de esa angustia, reproduce las formas del pasado sin ansia alguna.
La muerte de Cobain confirmó la derrota y la incorporación final de las ambiciones utópicas y prometeicas del rock en la cultura capitalista. Cuando murió, el rock ya estaba comenzando a ser eclipsado por el hiphop, cuyo éxito global presupone la lógica de la precorporación a la que me he referido antes. En buena parte del hip hop, cualquier esperanza «ingenua» en que la cultura joven pueda cambiar algo fue sustituida hace tiempo por una aceptación dura de la versión más brutalmente reduccionista de la «realidad». «En el hip hop», escribió SimonReynolds en su ensayo de 1996 para The Wire :
«Lo real» tiene dos significados. En primer lugar, hace referencia a la música auténtica que no se deja limitar por los intereses creados y se niega a cambiar o suavizar su mensaje para venderse a la industria musical. Pero «real» también es aquella música que refleja una «realidad» constituida por la inestabilidad económica del capitalismo tardío, el racismo institucionalizado, la creciente vigilancia y el acoso sobre la juventud de parte de la policía. «Lo real» es la muerte de lo social: es lo que ocurre con las corporaciones que, al aumentar sus márgenes de ganancia, en lugar de aumentar los sueldos o los beneficios sociales de sus empleados responden […] reduciendo su personal, sacándose de encima una parte importante de la fuerza de trabajo para crear un inestable ejército de empleados freelance y demedio tiempo, sin los beneficios de la seguridad social.


MARK FISHER.

perú post indie

Haz el ejercicio de pasear una tarde por la plaza del Cuzco, siéntate a la vera de su fuente y distinguirás entre cuzqueños, entre las decenas de argentinos hippies (muchos realmente insoportables), unos cuantos chilenos y de esa pléyade de "gringos" -que vienen dispuestos a ser estafados, bricheados, etc-, a unos curiosos especímenes: los limeños.
Contrariamente a lo que creemos los hijos de esta tierra, lo primero que nos delatará será nuestro "acento". Sí, querido limeño, tenemos acento, un acentazo como doliente, como que rogamos por algo y las mujeres, muchas, además un extraño alargamiento de la sílaba final. Pero lo que realmente suele llamarme la atención es la manera como nos vestimos para ir al Cuzco, porque, el Cuzco es una ciudad, no el campo. Tiene universidades, empresas, negocios, etc. Siin embargo, casi como esos gringos que para venir a Sudamérica vienen disfrazados de Indiana Jones o su variante millenial, nosotros nos vestimos como si fuésemos a escalar el Himalaya. Ya, es verdad que el frío cuzqueño puede ser más intenso que el de la Costa -aunque este invierno me esté haciendo dudarlo- pero echa un vistazo a todo tu outfit: la casaca Northfake, abajo otra chaquetilla de polar o algo así de una marca similar, las botas de montañista, tus medias ochenteras cual escarpines, todo...
Y es que esa es la forma como imaginamos la Sierra: rural, el campo, las montañas, aunque en el fondo no nos movamos de un par de discotecas cusqueñas. Es decir, bien podrías haber venido vestido como en Lima con algo más de abrigo y ya; pero no, ir al Cuzco, a la sierra en general es asistir a un pedazo de nuestra imaginación geográfica que poco tiene que ver con nuestros hábitos usuales del vestido, del comportamiento, etc. Jamás vi en Lima a nadie tomarse una foto con una "niña andina" como lo vi en Cuzco y no ha sido porque no haya niños dispuestos a recibir one dollar por una foto en Lima, pero es que en Cuzquito (cada vez que escucho eso de "Cuzquito" me suda la espalda) es más cute. Ahora, sólo para que calcules la violencia de este acto, ¿te imaginas que alguien del Cuzco -Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca o hasta de Chimbote- viniese y te pidiera tomarse una foto con tu hijita, tu sobrino, o lo que sea en Larcomar para subirlo a Instagram o al Facebook? ¿Hardcore, no?


FRED ROHNER
Historia Secreta del Perú 2

as it is when it was

sonido es sonido

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pura miel

nogzales der wil

RETROMANÍA

"...Pero los 2000 fueron también la década del reciclado rampante: géneros del pasado revividos y renovados, material sonoro vintage reprocesado y recombinado. Con demasiada frecuencia podía detectarse en las nuevas bandas de jóvenes, bajo la piel tirante y las mejillas rosadas, la carne gris y floja de las viejas ideas... Pero donde lo retro verdaderamente reina como sensibilidad dominante y paradigma creativo es en la tierra de lo hipster, el equivalente pop de la alta cultura. Las mismas personas que uno esperaría que produzcan (en tanto artistas) o defiendan (en tanto consumidores) lo no convencional y lo innovador: ese es justamente el grupo más adicto al pasado. En términos demográficos, es exactamente la misma clase social de avanzada, pero en vez de ser pioneros e innovadores han cambiado de rol y ahora son curadores y archivistas. La vanguardia devino en retaguardia." SIMON REYNOLDS Retromanía

kpunk

las cosas como son

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las cosas como son II

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